Salí con la intención de pintar ropa tendida a la calle, que en esos barrios de calles estrechas, donde el sol no penetra, abundan. Pues no, ese día llovió y no tocaba!
Las pocas ropas estaban protegidas por plásticos.
Así que me puse a pintar, cuando ya lucía el sol, el paso de una calle a otra con su arco al final.
Eso, sí! Pinté ropa colgada en la ventana de enfrente.
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Como no quise finalizar el día sin haber conseguido ese objetivo, hice esta otra acuarela en un plis-plas, un poco más arriba de la misma calle, de unas ropas puestas a secar y aún cubiertas por plásticos. Claro, prescindí de los plásticos!!
Finalmente pude marcharme con el objetivo cumplido.
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Acuarelas en papel hecho a mano.