En un día caluroso como éste miércoles, la mejor solución es introducirse por esas viejas calles de Barcelona, donde el sol no penetra y sus sombras son agradables, aunque en este caso, algo cargadas de humedad. Pinté desde debajo de un arco en la calle de La Volta dels Tamborets.
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Esta vez sin la desmelenada. Y eso que no me faltaron ganas. Posiblemente la próxima semana vuelva al mismo lugar, para pintar alguna o algunas.
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Papel artesanal 220 gr
de 28 x 26 cms