Digo "frustrada", porque durante el rato que estuvimos por la zona, sin ni siquiera ver la Iglesia, llovió tanto...TANTO, que tras mojarnos hasta el interior, cinco acuarelistas, chorreando de agua por todas partes, encontramos un bar y nos refugiarnos en él, para secarnos.
A base de vinos, vermuts, tapas picantes, choricillos y cafés, con algún croisant, los cinco, nos pusimos a pintarnos los unos a los otros. Había que aprovechar la salida!!!
No es mi especialidad pero esto fue lo que hice:
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Cerca nuestro, se instalaron unos diez parroquianos a jugar al domino, cosa que aproveché para pintar esas escenas, con bocetos sueltos.
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Tras pasar toda la mañana en el bar, aún nuestras ropas estaban mojadas, pero el estómago agradecido. Así que, corriendo a casa para cambiarme toda la vestimenta.
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acuarelas de papel hecho a mano 320 gr/m2 de 30 x 30 y 20 x 20 cm.