Una deliciosa mañana, de sol, que aunque estemos en unas fechas de calor extremo, aquí no lo notamos. Estábamos bien, en el bosque y frente al pantano.
Un lugar bucólico, que no es precisamente aquello que me apetece ni gusta pintar, pero es lo que me obligo en mis salidas con la colla.
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Después de la primera, sin convencerme, pinté la segunda, más suelta que la anterior.
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Finalmente no estando satisfecho de las anteriores, pinté este camino, de forma totalmente desmelenada.
Carecí de inspiración.
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Papel artesanal de 320 gr/m2
2 de 28 x 26 cms y una de 20 x 20 cms.