MIS TRENES
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En esta página de mi caprichos, he dibujado los tres trenes que guardo celosamente y que más han influenciado en mi vida. Juguetes que conservo y que me traen recuerdos muy agradables.
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El primero, el marcado 1946, fué un regalo de Navidad, cuando tenía 3 años y medio. En Francia.
Es un tren de cuerda, en cuya chimenea mi padre le añadía una vela pequeña encendida y apagando las luces, se le veía circular a oscuras con la iluminación de la vela. Me causó mucha impresión. Lo recuerdo perfectamente.
Lo guardo y se conserva aún bastante bien.
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El segundo tren, eléctrico, de 1956, fué otro regalo de Navidad cuando tenía unos 13 años. Venía en la caja con un paso a nivel, una estación y un circuito redondo.
No lo tengo bien conservado. Está bastante destartalado.
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El último, fué un regalo que me hicieron mis tres hijas cuando cumplí los 60 años. Sabedoras que era una de mis grandes ilusiones. Fué una sorpresa. Éste es a escala reducida que llaman HO y he ido comprando o me han ido regalando más vias, cruces, estaciones, casas, etc.
Cuando tengo tiempo o vienen mis nietos, suben conmigo al estudio y lo ponemos en marcha. Tienen prohibido tocarlo. Solamente les dejo llenar de gente o de cajas o containers las vagonetas, cuando se detiene en la estación. Luego hay cochecitos, camiones, avionetas, elicopteros y autobuses tractores, ambulancia más o menos a la misma escala que el tren, que desplazan (a mano) las diferentes cargas a diferentes lugares.
Lo voy a seguir completando y comprando nuevas unidades de máquinas y vagones.
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El último, fué un regalo que me hicieron mis tres hijas cuando cumplí los 60 años. Sabedoras que era una de mis grandes ilusiones. Fué una sorpresa. Éste es a escala reducida que llaman HO y he ido comprando o me han ido regalando más vias, cruces, estaciones, casas, etc.
Cuando tengo tiempo o vienen mis nietos, suben conmigo al estudio y lo ponemos en marcha. Tienen prohibido tocarlo. Solamente les dejo llenar de gente o de cajas o containers las vagonetas, cuando se detiene en la estación. Luego hay cochecitos, camiones, avionetas, elicopteros y autobuses tractores, ambulancia más o menos a la misma escala que el tren, que desplazan (a mano) las diferentes cargas a diferentes lugares.
Lo voy a seguir completando y comprando nuevas unidades de máquinas y vagones.
Que maravilla!!!... las pinturas y la historia que compartes con nosotros
ResponderEliminarBesos de colores creativos
Mª José, tú siempre a la "guait" de este tema de los caprichos! Noto que estos recuerdos te enternecen, como a mi. Es parte de la historia de todos nosotros.
ResponderEliminarGracias. Colores y muchos colores...besos.
Me parece que esto que has hecho, no lo has pintado tu...
ResponderEliminarTal vez un niño... ese niño que todos/as llevamos dentro.
Mª José, me gusta mucho eso de besos de colores. Asi que:
Besos de colores para todos/as
XXX
Amigo Joshemari, con estas maravillosas páginas nos metes a todos dentro de la máquina del tiempo y nos mandas un montón de años atrás. Yo, que no soy nada nostálgico, necesito que me recuerden de cuando en cuando que también fui niño.
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Sé lo que puede significar este juego de trenes porque lo vivo en casa. Me encantan estos preciosos dibujos acompañados de anotaciones. Es un legado fantástico. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarNi a la millor fotografia que en poguessis fer hi hauria tota la força i la tendresa que aconsegueix la teva mà en aquests capricis. L'enhorabona més sincera, Joshemari!
ResponderEliminarSí Lara, es un niño el que lo ha dibujado. Alguien que está en regresión y vuelve a su infancia. Es tan bello, volver a ser un niño!!!
ResponderEliminarUn abrazo, también de colores...
Rafael, creo que todos llevamos un niño-a dentro!
No sabes lo que disfruto sacándolos a la luz y que haya tantos que piensen como yo.
Es una nostalgia que no hace daño a nadie!
Un abrazo.
Lo vives en casa, Anna? así entiendo que te emocione este tema!
Son recuerdos imborrables y cuando los publico me da la impresión que a más de uno le vienen recuerdos parecidos. Al menos he logrado esto! Me siento satisfecho!
Un beso.
Assur, gracias por esas preciosas palabras y me alegro que te hayan gustado.
No es mi mano la que consigue plasmar estos dibujos, sino el mismo corazón.
Saludos.
Un abrazo
Bonitos dibujos y bonita historia , si sigues así podrás publicar un libro de cuentos para niños y no tan niños (aunque todos en el fondo tenemos un niño dentro), te propongo titulo "Aquellos maravillosos ...". Un saludo .
ResponderEliminarBuen título, Karlitos!!! Me gusta! Seguiré exponiéndoos todos esos recuerdos que he ido guardando y otros comprado recientemente y que con algunos de ellos aún juego... Tú eres aún joven para algunos de ellos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Fantásticos , que bien dibujados están, mi padre era también un gran aficionado a los trenes, durante muchos años estuvo montando un tren con metros y metros de vías y decorados preciosos, reprodujo los pueblos de los Pireneos y hasta fue a medir la estación de Pau para hacer la maqueta.llena toda una habitación, vale la pena verlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Francis, qué maravilla lo que tu padre llegó a montar con los trenes. Y qué barbaridad hacer una estación como la de Pau. Increíble!
ResponderEliminarDonde está hoy toda esa obra de ingeniería? Ya me gustaría verlo. Yo estoy lejísimo de semejante montaje. El mio es muy sencillo y tengo demasiadas aficiones como para dedicarme a ello.
Me encanta Pau.Iba antes con frecuencia. Estoy enamorado de su castillo.
Gracias por todo. Un abrazo.
¡Que bonitos!. Son una preciosidad, Joshemari. Se nota la ilusión y el cariño con que los dibujas y das color. Ese cuaderno es una joya.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Carmen, gracias porque te guste y así lo expreses, el cuaderno. Ya lo estoy acabando y hay muchísimos dibujos en él. Lo empecé en Navidades del 2008. Son muchas hojas y ya tengo ganas de empezar uno nuevo. En éste, hay un año con todo tipo de acontecimientos, la mayoría muy buenos y hermosos, pero hay otros que cuando los veo me da mucha tristeza. Por eso quiero empezar uno nuevo.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, Carmen.
Un abrazo